El proyecto BIOMASUD PLUS del Programa Horizon 2020, coordinado por la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (AVEBIOM), ha celebrado su segunda reunión los pasados 4 y 5 de octubre en el Instituto Forestal Esloveno (GIS en su idioma) que tiene su sede en la capital del país Ljubljana. En esta reunión se dieron cita todos los socios que conforman el equipo multidisciplinar del consorcio: AVEBIOM, CIEMAT, PEFC y Tercera Fase Software por parte de España, CBE de Portugal, AIEL de Italia, BIOS de Austria, CERTH de Grecia, ZEZ de Croacia, Tubitak de Turquía y el citado huésped GIS.
El objetivo principal del proyecto es mejorar el sistema de certificación de calidad y sostenibilidad BIOmasud, en funcionamiento desde 2013 para biocombustibles mediterráneos, mediante la inclusión de nuevos biocombustibles, la revisión de los criterios de sostenibilidad del sistema y la extensión a otros países interesados. Actualmente el sello está presente en España, Francia y Portugal y, gracias al proyecto BIOMASUD PLUS, se implantará también en Italia, Grecia, Eslovenia, Croacia y Turquía.
En esta segunda reunión se expusieron las primeras conclusiones de los estudios de los mercados de biomasa de cada país (España, Portugal, Italia, Grecia, Eslovenia, Croacia y Turquía) en base a los cuales se incorporarán nuevos biocombustibles a la certificación. Aunque todavía es necesario caracterizarlos y estudiarlos se encontraron varios que por su disponibilidad y potencial son firmes candidatos: sarmientos (de hecho, ya existe algún fabricante de este tipo de pellets en España), poda de olivo y se probarán otros como las cáscaras de pistacho o de nuez.
También se estuvo hablando de que biocombustibles van a ser seleccionados para estudiar sus emisiones en los laboratorios de los socios. En un principio, éstos serán: hueso de aceituna, pellets de sarmiento y pellets de poda de olivo, aunque los socios implicados quedaron en reunirse más adelante para elegirlos definitivamente. Además, CERTH, presentó un estudio en el que se hace un repaso a los fabricantes de estufas y calderas que pueden funcionar con los biocombustibles mediterráneos.
Otro trabajo que va a buen ritmo es el estudio de los criterios de sostenibilidad, que se van a incorporar al sistema de certificación BIOmasud. Actualmente ya incluye límites de Gases de Efecto Invernadero (GEI – huella de carbono) o de balance energético (no se puede gastar más de un porcentaje de energía en la elaboración y transporte del biocombustible).PEFC, líder del desarrollo de esta tarea, ha hecho una primera versión en la que se tendrán en cuenta criterios como la gestión forestal sostenible, prevención de talas ilegales (EUTR), almacenamiento de carbono o cambio uso del suelo. En función del origen del biocombustible se le aplicaran ciertos criterios o no. Posteriormente, se van a realizar eventos y reuniones en los que se revisará esta propuesta por empresas y expertos del sector de la biomasa y de la sostenibilidad.
Además, en relación con los criterios de sostenibilidad, CIEMAT, presentó una nueva metodología para medir la huella de carbono en la que se tiene en cuenta todo el ciclo de vida de los combustibles. Lo complicado es introducir este sistema con numerosos parámetros en la plataforma de BIOmasud de manera que sea rápida y fácil el que las empresas introduzcan los datos para que calcule los GEI emitidos en el procesado de su biocombustible. Esta plataforma será desarrollada por el socio tecnológico del proyecto Tercera Fase Software, quien realizó una pequeña presentación explicando cómo están pensando realizarla.
Hubo tiempo también para discutir temas más transversales como los administrativos o de comunicación. La próxima cita del consorcio será a mediados de febrero en Grecia.
Todo este trabajo técnico se complementó con una obligatoria visita a la preciosa ciudad de Ljubljana y a una de sus centrales CHP (Combined Heat andPower, o Cogeneración en español) (de unos 300MW) en la cual una unidad (50MW) funciona con biomasa (astilla de madera) y además de generar electricidad aprovecha el calor sobrante para calentar una red de calor que da servicio a un barrio de la ciudad.